Tu eres agua y yo café.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Descubrirás

Qué sabrá él de la felicidad, si no sabe lo que es tenerle, no sabe lo que es mirarle, y voy más allá, pero mucho más allá del placer humano, no sabe lo que es palparle. Una sola caricia en su cuello te inunda los sentidos de sensaciones, tan místicas como ese poder que tienen sus ojos y que me atrapan, ni siquiera sé a dónde voy a parar cada vez que me mira, sólo sé que dejo de ser yo para ser aire. Y le beso, así vuelvo a ser yo, vuelvo a arder por dentro. Si esto es amor, quiero vivir enamorada. Aunque encuentro maneras mejores de vivir, así como rozando con los labios su pecho, acariciando con los dedos su vientre de arriba a abajo siguiendo la línea que su propio cuerpo me ha construído sólo para guiarme al lugar más sensacional de esta vida, de la suya, que es la mía. Vuelvo a besarle, con la esperanza de que vea las llamas que se han prendido en mi reflejadas en la pupila de mis ojos.

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